lunes, 17 de febrero de 2014


 el perro y el reflègo del rìo

Vadeaba un perro un río llevando en su hocico un sabroso pedazo de carne. Vio su propio reflejo en el agua del río y creyó que aquel reflejo era en realidad otro perro que llevaba un trozo de carne mayor que el suyo.
Y deseando adueñarse del pedazo ajeno, soltó el suyo para arrebatar el trozo a su supuesto compadre. Pero el resultado fue que se quedo sin el propio y sin el ajeno: este porque no existía, solo era un reflejo, y el otro, el verdadero, porque se lo llevo la corriente.

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